Tener una rutina ayuda a crear una respuesta condicionada que estimula su apetito. Ofrece el alimento a la misma hora todos los días durante 15 min. Si no come, retira el plato e inténtalo de nuevo en su próximo tiempo de comida.
Resiste la tentación de darle restos de comida. Al querer consentirlo, corres el riesgo de que su paladar se vuelva exigente y difícilmente lograrás darle una dieta balanceada sin su concentrado.
Si le das de comer en un área concurrida como la cocina, mientras los demás preparan la cena, tu perro se distraerá fácilmente. Es mejor servir su plato en un espacio reducido y tranquilo, como un cuarto aparte o dentro de su jaula.
Los ingredientes que incluye el alimento de tu perro afecta directamente su sabor. Elige alimentos premium como Sam Original con un alto contenido de proteína animal e ingredientes naturales que aumentan su palatabilidad.
Usa juguetes interactivos, rompecabezas o dispensadores de comida para una experiencia más desafiante y entretenida a la hora de comer.